El portazo al salir dejaba un eco de angustia y de silencio. Ya no se escuchaba la voz alta y grave que tanto la intimidaba. Casi imperceptibles los sollozos aparecían de nuevo atravesando el aire. Tenía que hacer algo. Otras veces no lo había conseguido, otras veces solo se quedaba dentro de su habitación y lloraba igual que su madre, muy bajito. No entendía las palabras ni los gritos. De vez en cuando distinguía su nombre. Asomando la cabeza desde… Seguir leyendo
Juguetes para mamá

Comentarios recientes