Seres humanos que dan asco, miedo o pena son los pobladores de Segundas personas. Un hombre en una tumba vertical, un camionero peligrosamente aburrido, una actriz porno recreando el cuento de la lechera, un exmarido despechado sin nada que perder, unos adolescentes que juegan a retarse, una siniestra madre coraje o un aprendiz de psicópata son algunos de los personajes que se pasean por este libro de relatos. En un lenguaje áspero, crudo y sin concesiones  el narrador los ningunea… Seguir leyendo